La serie Westworld de HBO nos ha mostrado la posibilidad de cómo sería el mundo futuro con las nuevas tecnologías, sobre todo con la inteligencia artificial (IA). La noticia de que la IA de Google, Alpha Go, ha ganado a Ke Jie, el mejor jugador humano de Go, ha llamado nuevamente nuestra atención sobre la IA.
En un mundo cada vez más conectado, las nuevas TIC están afectando profundamente al desarrollo del comercio exterior. Según la predicción de la IDC (International Data Corporation), la adaptación generalizada de la IA a una amplia gama de industrias generará unos ingresos mundiales de casi 8 mil millones de dólares en 2016 que se convertirán en más de 47 mil millones de dólares en 2020. Por otro lado, en “Las 10 principales tendencias tecnológicas estratégicas de 2017” publicado por Gartner, la IA y el aprendizaje avanzado de las máquinas ocupa el primer puesto. Todo eso implica que la IA va a tener más efectos en nuestra vida, y por supuesto en el comercio.
El hecho de que la IA y el aprendizaje automático permitan a los ordenadores reconocer, procesar y analizar los datos, imágenes y lenguajes nos ofrece la posibilidad de mejorar los procesos del comercio internacional y ser más competitivos en el mercado. Quería poner unos ejemplos de cómo nos podemos beneficiar de la IA aplicada al comercio.
A través de los datos generados, el aprendizaje automático analizará el comportamiento de los proveedores y los clientes, prediciendo con mayor precisión el stock y los posibles pedidos para evitar la rotura de stock, reducir los costes de inventario, así como el exceso de capacidad.
La misma tecnología puede ser aplicada en el sector de la logística. El análisis realizado por la IA en las cadenas de suministro permite a las empresas seleccionar las mejores rutas, predecir las reservas, cancelaciones y modificaciones de clientes e incluso hará posible las gestiones de entrega automatizadas. De esta manera, las empresas que se dedican al comercio internacional reducen tanto los plazos de entrega como el tiempo en el estudio de mercados extranjeros.
Respecto a las ventas y el marketing, a través de detectar, recoger y relacionar conceptos, la IA puede predecir qué páginas visitan, qué contenidos les interesan y qué productos compran, de modo que puede hacer clasificaciones de mercados / clientes, elegir las campañas de marketing más inteligentes y personalizadas e incluso tomar decisiones para conseguir más compradores potenciales en el mercado objetivo.
La IA también ayuda en la gestión y servicio al cliente. Ya conocemos muchos programas que saben responder a las preguntas de la forma más adecuada en milésimas de segundo, comparando la información que ofrecen unas y otras en millones de páginas de internet, e incluso pueden interpretar juegos de palabras. Por otro lado, con los avances tecnológicos, el aprendizaje automático es capaz de extraer la información útil de las comunicaciones en voces y transformarla en datos visibles que facilitarán mucho la gestión de clientes. Por ejemplo, la robot Amelia de IPsoft puede trabajar automáticamente y hablar con los clientes en más de 20 idiomas. En el comercio internacional, la IA también sirve como una herramienta eficaz para eliminar las barreras del idioma.
Se puede encontrar cada vez más ejemplos de la aplicación de la IA en todos los eslabones de la cadena de suministro. Su amplio uso en el comercio internacional es tan valioso como inevitable. Para tener más ventajas en la competitividad, las empresas, por un lado, deben seguir las tendencias tecnológicas y, por otro, tienen que esforzarse para crear valor añadido que no sea fácilmente reemplazable por el uso de la IA.
Huichao Li
Alumna del Máster en Comercio y Finanzas Internacionales UB
Postgrado en Comercio Exterior y Economía Internacional
Bibliografía
La Inteligencia Artificial Cambia el Mundo Laboral
Opportunities for machine-learning startups: An investor perspective
Panalpina Deploys Artificial Intelligence to Offer Differentiated International Trade Service